Una vez analizada la naturaleza del trabajo de comercial, se argumenta que no tiene que desarrollarse en una localización fija ni la empresa puede ser muy estricta con el cumplimiento del horario, siempre y cuando el empleado sea capaz de cumplir con los objetivos marcados.
El protagonista llevaba varios años desarrollándose como comercial en la modalidad de teletrabajo en la empresa a la cual posteriormente demandó con un horario fijo de 8 horas diarias pero que le permitían acatar con flexibilidad tanto en la entrada como en la salida. Aunque es cierto que nuestro cliente usaba su horario laboral para realizar algunas labores personales, quedó demostrado que recuperaba muchas veces fuera de su horario laboral esos "descansos".
La empresa, que llegó a contratar a un detective privado para verificar si el trabajador cumplía su horario laboral dentro de su vivienda, acabó despidiendo al mismo por cometer una falte muy grave, ya que realizaba acciones dentro de su jornada laboral que no le permitían desarrollar su trabajo como ellos necesitaban.
El trabajador demandó a la empresa por despido improcedente y el Juzgado estimó la demanda, aunque los informes del detective quedaron acreditados pero no justificaban el despedido, ya que estos no han causado perjuicio alguno a la empresa, es más, el trabajador demostró que cumplía con los objetivos marcados al 100%.
Por tanto, ahora el trabajador ha de ser readmitido o de lo contrario, recibir una indemnización de más de 80.000€.